Se puede hacer en cualquier lugar: en un aeropuerto en la sala de espera del médico, mejor si es en casa, en un lugar tranquilo libre de interrupciones.
Sentarse cómodamente. Respirar con la panza -esto es hinchando el abdomen- centrar la atención en la experiencia directa en lo que se experimenta inmediatamente, sin juzgar, observar y dejar pasar. Si la mente vuela hacia las preocupaciones y problemas volverla a centrar en la observación de la experiencia directa, sonidos externos y sensaciones internas.
Practicar este ejercicio hasta que se sienta un estado de relajación, se puede experimentar un poco de frío por el descenso de la temperatura corporal. Una vez allí cuando podemos sentir que nos hemos relajado, dejar arribar los pensamientos que nos rondaban al iniciar el ejercicio, volver a pensarlos pero esta vez en un estado de relajación.
Lo importante de este ejercicio es:
- Respirar con la panza.
- Centrar la atención en la experiencia, al inicio del ejercicio
- Dejar fluir la atención una vez que se ha alcanzado un estado de relajación
Centramos la atención en la experiencia directa para poder sacarnos del ciclo de preocupaciones que nos pueda estar estresando en esos momentos.
Una vez en estado de relajación dejamos fluir la atención, si ella fluye a sentirnos bien, entonces nada que decir, si la atención vuelve sobre algún problema o circunstancia preocupante, ya la podemos ver en otro estado, mas calmos, lo que nos permiten afrontarla de otra manera
